Al perder a su mujer, Subercasaux quedó solo en su rancho con sus dos criaturas, la mujercita de seis años y el varoncito de cinco, por lo que tuvo que aprender a hacer unas cuantas cosas. Por el tiempo cruzado de lluvias y sol, los piques se propagaron, causándole una infección en un dedo del pie, que hubiera podido superar con un poco de descanso, imposible en su situación.