Un joven ingeniero hidráulico de Londres, el Sr. Victor Hatherley, les relata los sucesos extraños de la noche anterior, primero al doctor Watson y luego a Sherlock Holmes en persona. Hatherley había sido visitado en su oficina por un hombre viejo y sospechoso que se identificó como el coronel Lysander Stark. Le ofreció a Hatherley un trabajo en una casa de campo para examinar una prensa hidráulica utilizada, como explicó Stark, para comprimir la tierra en ladrillos, pero Stark le advirtió a Hatherley que se guardara silencio sobre el lucrativo trabajo, por el cual le pagará pagará 50 guineas.