Una fotografía en blanco y negro. Una niña. Un pueblo. Dolores y Jacinta son cuñadas y viven distintas penas. La primera, no tener un lugar claro en el corazón de su marido ni una vida sencilla rodeada de tantos hijos; la segunda, el hueco de la maternidad y la tristeza a cuestas. Será entonces Inés, una de las hijas de Dolores, la que ponga la balanza y decida los destinos, los amores y las pérdidas no sólo de esas mujeres, sino la de todos los habitantes.
Raíces del mal sucede en un pueblo donde los rencores quedan afianzados en la tierra, en el que las historias se van enredando con supersticiones cuando esas raíces se tocan las unas a las otras y la realidad queda suspendida entre velos de maldad o mera coincidencia.
"Con una prosa ágil, llena de imágenes cautivadoras, Paola G. Gasca nos adentra en una familia repleta de heridas y sin aparente capacidad de redención, donde los vivos conviven con el recuerdo cruel de sus muertos y la maldad también está encarnada en el miembro más vulnerable". Laura Baeza