Londres, a fines del siglo XIX, es un modelo de ciudad moderna: suntuosos edificios, calles iluminadas por faroles de gas, elegantes carruajes y peatones refinados... Sin embargo, en medio de tanto esplendor, empiezan a surgir los indicios de una amenaza, a través de los crímenes de un tal señor Hyde. A lo largo de un relato que mantiene en vilo al lector, Stevenson va desvelando poco a poco las claves de ese siniestro personaje, hasta llegar al mayor de todos los misterios: su extraña relación con el doctor Jekyll, un ciudadano ejemplar... Desde el momento de su publicación, esta novela se ha consagrado como una obra maestra del suspenso y como una fascinante indagación sobre el alma humana.